jueves, 22 de agosto de 2013

Análisis de la épica opositora - Juan Reyes



Marcos Aguinis, “El veneno de la épica kirchnerista”, La Nación, martes 21 de agosto del 2012.

Marcos Aguinis es un reconocido escritor argentino, que ha publicado artículos en varias partes del mundo. Se caracteriza, entre muchos de sus aspectos, su tinte ideológico liberal y anti populismo. En este artículo llamado “El veneno de la épica kirchnerista” utiliza varios argumentos falaces y ambiguos con el fin de asociar al actual gobierno constitucional de Argentina, con el de los feroces autoritarismos genocidas del siglo XX (como por ejemplo el nazismo).  Es un artículo muy rico en conceptos y argumentos, pero se intentará esbozar los más polémicos y evidentes.

Empezando por el título que lleva el articulo, cargado de un gran contenido filosófico. Es muy llamativo el uso de la palabra “épica”, relacionando tal genero literario con el actual discurso dominante en Argentina. Se encarga de descalificar la función social del “mito” (épico) que sirve como base para la construcción de un modelo de país determinado. Posicionándose claramente en un paradigma racionalista, del iluminismo (que pretende iluminarnos con la luz de la razón). La épica del kirchnerismo, similar a la épica de los primeros gobiernos peronistas,  es la que construye un mito popular, con el fin de crear la identidad de un pueblo con el proyecto político que se intenta establecer. Y aquí es donde dicho autor, toma distancia con los gobiernos de carácter populista. Donde el veneno, que contrae es similar al veneno del nazismo, fascismo y todo autoritarismo que dejó cifras de muertes y torturas en la historia. Esta relación forzada, que tiene como único objetivo desprestigiar lo estudiado, se la conoce como la falacia de Godwin.

De esto se va a encargar en los dos primeros párrafos. De atacar al mito con el cual se construye el actual proyecto político, y desvalorizar los conceptos tales como “nacional y popular”, “derechos humanos”, “justicia social”, etc., sin profundizar la problemática sobre tales. En su relación forzosa sobre el actual gobierno, y los autoritarismo (como por ejemplo el de Corea del Norte), nos deja una posible implicatura. Amenaza que si le seguimos dando poder, podría ocurrir un “socialismo salvaje”. También hace referencia sobre “el Eternauta” y la “bella dama”, con el único fin de desprestigiar sin dar argumento alguno.
Con el correr de las líneas, profundiza la falacia de atinencia, específicamente  Argumentum ad hominem. Ya que describe la historia personal del ex presidente Néstor Kirchner, no desde una perspectiva crítica a sus políticas o proyectos, sino desde una simple denigración a su persona.
“(…) instalado en la Casa de Gobierno, puso en marcha una política autoritaria desprovista de piedad. Reformó la Constitución para ser reelegido hasta que él mismo dijese basta. Persiguió a los medios de comunicación con dientes de lobo para conseguir la supresión de toda crítica. Amedrentó al Poder Judicial. Pisoteó a la oposición. E impuso la identidad entre Estado y gobierno o -más claro aún- entre Estado, gobierno y él mismo. La fórmula del omnipotente Luis XIV”. Entre líneas se puede percibir el grado de agresión que parece criticar el mismo desde un principio. Es claro que la reforma de la constitución no es para gobernar hasta que él mismo quisiera, sino de hacerlo todas las veces que el voto democrático lo estableciera. Desde ahí intenta describir un posible autoritarismo y lo compara con Luis XIV de Francia, recurriendo a la falacia de Godwin.

A continuación expone: “No se sabe por dónde circularon los dólares, cuánto perdieron o ganaron los depósitos. Es un trayecto tan misterioso como el tenebroso viaje al que fue sometido el cadáver de Evita.”. Aquí no solo hay una comparación absurda (ya que no hay puntos en común entre ambos hechos), sino que también se encuentra la intención de separar la imagen de Evita del gobierno de Néstor Kirchner, que tantas veces revindicó. Violando de tal manera la máxima de Grice de cualidad (“no diga algo de lo que no tiene pruebas suficientes”).
Explícitamente se ve, que el veneno de dicha épica consiste en el personalismo y el autoritarismo. La supuesta falta de proyectos políticos y su constante asociación con la imagen de Luis XIV. Las consecuencias de tal veneno serían terribles. Me gustaría nombrarlas para reflexionar acerca de ella:
o   La “ingratitud” con la cual se alejó de Duhalde y Lavagna, sin profundizar demasiado en dichos casos, con el único fin de demonizar al expresidente. Violando la máxima de Grice de cantidad (“sea todo lo informativo que se requiera”).
o   El “escrache”, que como bien sabemos es un hábito de los movimientos piqueteros y de otras agrupaciones, que suele acompañar una causa de justicia. Pero es más que claro que no es algo inventado por dicho gobierno. La cuestión estaría, en que nunca repudió tales eventos (ni reprimió) ya que es parte de la libertad que nos brinda la convivencia en democracia. Esto sería una falacia informal de composición, lo que ocurre en ciertas agrupaciones sociales se atribuye a la complejidad y al poder de turno.
o   Gracias a la épica kirchnerista ya no se pueden reunir familias enteras ni grandes grupos de amigos porque estalla la confrontación.. Debido a que esto es improbable (científicamente), sería bueno pensar si el debate político que se ve insaturado en la sociedad, es motivo de que no se puedan reunir familias enteras ni amigos. Parece que hay tal grado de rechazo al debate político, que se busca un extremo fatal para evitar que esto suceda. A esto se lo denomina falacia de la pendiente resbaladiza “Slippey Slope”, debido a la vuelta del debate político en el común de la gente, se destruyen las relaciones familiares y amistosas.
o   Las fuerzas (¿paramilitares?) de Milagro Sala provocaron analogías con las Juventudes Hitlerianas. Estas últimas, sin embargo, por asesinas y despreciables que hayan sido, luchaban por un ideal absurdo pero ideal al fin, como la raza superior y otras locuras. Los actuales paramilitares kirchneristas, y La Cámpora, y El Evita, y Tupac Amaru, y otras fórmulas igualmente confusas, en cambio, han estructurado una corporación que milita para ganar un sueldo o sentirse poderosos o meter la mano en los bienes de la nación.” Aquí no solo se repite la falacia de Godwin sino que se profundiza hasta el punto de posicionar a la juventud del genocidio alemán mejor formada que las juventudes militantes actuales. Si fuera cierto lo que el autor expone sobre meter la mano en los bienes de la nación, se le pediría que haga las denuncias correspondientes. Así evitaría volver a caer en la violación de la máxima de Grice de cantidad ya mencionada.
Para culminar el autor critica a la gente que se siente representada por Cristina Fernández, la actual presidenta y esposa del fallecido Néstor Kirchner. Desde  su preocupación de un intelectual opositor, que ve cómo parte de la población se identifica y defiende no solo a una persona, sino también a un proyecto. También habla de la reelección indefinida, otros temas que alerta a un sector de la sociedad, desde una especulación sin fundamentos (ya que hasta el momento no existe tal proyecto), y la supuesta violación del estado de derecho. Crítica que se hace común a los gobiernos que promueven un intervencionismo estatal al mercado.
El artículo es rico en redacción, y es bastante atrapante. Si bien no puedo coincidir con el acto ilocutivo del mismo, creo que refleja claramente el pensamiento y prejuicios de un sector de nuestra sociedad.

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